La corporalidad hace referencia a nuestro comportamiento físico en cuanto tomamos posición en un sistema más amplio, en el cual estamos insertos.
Lo que está en juego aquí es nuestro comportamiento físico (de la unidad biológica como un todo que somos), la forma en que nos situamos en el entorno y las relaciones físicas que establecemos con las entidades que constituyen el medio en el cual en ese momento nos encontramos.
La corporalidad define un tipo de presencia del individuo en su entorno, en su mundo.
Nuestras particulares maneras de caminar, de movernos, de bailar, por ejemplo, son indicadores de aspectos de la individualidad que dan cuenta de importantes diferencias entre las personas. Nuestros gestos, la manera de mover las manos, de fruncir el ceño, de sentarnos o de ponernos de pie; el ritmo de nuestro caminar, la postura en el trabajo, en el saludo, marcan importantes diferencias entre observadores.
La particularidad de nuestra presencia corporal influye en la manera cómo nos situamos en el mundo. Somos observadores de un cierto tipo, si caminamos erguidos, mirando de frente y acogiendo lo que se nos presenta. Seremos otro tipo de observadores si caminamos cabizbajos, rígidos, con dificultad y mirando hacia el suelo. El mundo es uno para nosotros, si estamos sumergidos en el ritmo de la danza y es otro, si estamos corriendo una carrera de cien metros planos. Los dominios de la biología y de la corporalidad se encuentran fuertemente vinculados. Lo que sucede en el ámbito biológico condiciona lo que pasa en el ámbito corporal, y sucede lo mismo a la inversa. Pero a pesar de su interconexión, siguen siendo distintos dominios de observación.
Fuente:
Rafael Echeverría (2008). El observador y su mundo. Volumen I. Santiago: J. C. Sáez Editor. Páginas 164-165.
4 comentarios:
Al leer esto me imagino cómo sería la observación de nuestro mundo si cambiásemos algunas formas o actividades en nuestro existir y el impacto que de seguro tendrían sobre nosotros. Desde caricaturizaciones como que nuestra perspectiva de la vida sería completamente diferente si tuviésemos los ojos más cercanos al piso hasta elementos tan pequeños como el gran cambio que se produce al caminar más erguidos, al simplemente acostumbrar nuestro rostro a un gesto sonriente… Miles de posibilidades de rediseño esperando que las veamos… que simplemente veamos las posibilidades que brinda el cuerpo para intervenir sobre sí mismo y los otros dominios de nuestra existencia…
Ciertamente podemos atender a nuestra corporalidad con más detalle y cultivarlo con el mismo énfasis con que desarrollamos nuestro intelecto… que no nos baste con saber que al no tener exoesqueleto es de locos esperar que nos caiga un yunque en el abdomen y no tengamos ni un rasguño.
Estimados(as):
Siempre es un gusto saludarles.
Mi comentario va a ser bien breve, pues solo puedo decir que evidentemente somos cuerpo y alma....aunque esto último muchas veces se olvida, lo olvido, lo olvidamos. El ser "escencia" de la vida misma, que importante es cultivar este ser...nuestro ser, nuestra alma...mi escencia..
Muchos cariños a todos(as)
... nuestra presencia corporal depende de cómo nos sentimos, cómo nuestra alma está en contacto con nuestros sueños, nuestras metas, nuestro trabajo diario etc. todo esta relacionado, nuestro corazón late y este demuestra lo que sentimos, y lo que sentimos se delata con nuestro cuerpo... ahora solo hay que buscar ese mágico equilibrio... que grata invitación.
... nuestro cuerpo demuestra lo que sentimos y lo que sentimos se delata a través del cuerpo, solamente este equilibrio es lo que produce una tranquilidad en nuestra alma, sólo asi podremos superarnos y aprender. que linda invitación.
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